viernes, 5 de junio de 2009

Días de mala suerte ( o crónica de un seductor frustrado)

Cansado de ir a vuelta de rueda, Paco estacionó su automóvil, y caminó las tres cuadras que separaban su casa de la tienda. Al regresar unos minutos más tarde, algún policía de tránsito le había quitado la placa delantera. Malhumorado, condujo los treinta metros hasta llegar a su casa, azotó la portezuela y cuando iba a abrir la puerta de su casa descubrió que no traía las llaves. Tras cerciorarse de que no estaban en su auto, emprendió una lenta caminata hasta la tienda; no tuvo éxito en su intento. De regreso en su auto, al intentar escuchar música, descubrió que le habían robado el autoestéreo.
- Eso me pasa por supersticioso – se dijo malhumorado, mientras buscaba una patrulla de policía, con la esperanza de encontrar al ladrón.
Paco encendió el motor de su automóvil y se dirigió hasta la oficina central de Madame zuzu, una señora que por veinte pesos leía las cartas y por trescientos hacía una limpia garantizada por tres meses o el primer embrujo, lo que ocurriera primero. La encontró, en el pequeño puesto del muy importante centro comercial de Sonora, conocido como “El mercado de Sonora” (para mi única lectora, el mercado de Sonora es un sitio donde encuentras todo lo relacionado con la industria de la brujería: infraestructura, consumibles y servicio técnico especializado)

Como era de esperarse, tras dos horas de interrogatorio le dijeron que su garantía no podía ser válida porque había incurrido en una o más de las causas de invalidación:
a) Había usado el fetiche protector de manera equivocada (le habían ordenado colgárselo en el cuello y que la punta inferior se encontrara a la altura del corazón. Cuando lo revisaron, el fetiche estaba a la altura del pulmón izquierdo)
b) Había sido embrujado por otro brujo (lo que invalidaba la garantía que establecía que la póliza de protección antihechizos contratada no cubría embrujamientos)
c) Si bien el trabajo de un profesional del esoterismo está avalado por diversos estudios de científicos tan reputados como maussan y carlos trejo, necesitaba una dosis de fe de quien contrataba los servicios. De lo contrario, por la ley del karma, el ritual de protección se convertía en una especie de imán de las malas vibras. Dado que a él le había ido mal, era obvio que no había tenido suficiente fe en el ritual.
d) Le mostraron el cartel que decía “salida la mercancía no hay reclamaciones. Hoy no se fía” Y el eslogan del establecimiento: “Por una cultura del embrujo responsable”
e) No se considerará producto de un hechizo, y por tanto esta garantía no será válida por:
1- Delincuencia organizada, incluyendo (pero no limitándose a) delincuentes con placa y/o fuero; delincuencia común, delincuencia ocasional y en general cualquier tipo de delincuencia
2- Cuando la protección antihechizos haya sido usada en un sitio donde existan malas vibras.
3- Cuando la protección antihechizos falle.
Paco, frustrado su intento por hacer válida su póliza, debió pagar aún los 534 pesos más IVA que le cobraron por la asesoría técnica.
Como Paco era supersticioso pero era muy nacionalista, decidió que en el partido de en la tarde apoyaría a la selección de gringolandia. Su suerte cambió al minuto 34, cuando un disparo mediocre del delantero y una metida de pata del portero hicieron el uno – cero definitivo.

Pero su mala suerte tuvo sólo un pequeño traspiés con lo del partido, y el acabose fue cuando entró al baño de las mujeres, como desde hacía años lo hacía, para satisfacer sus pasiones voyeuristas. Lo descubrió una dama gentil y honesta que hacía las veces de Presidenta de la Asociación Pro-Equidad de Género, y lo puso a disposición del ministerio público.
- Ora que voyeurista y que no se qué – se quejaba amargamente en los separos. – Si yo nomás estaba mirando – explicó.
A las siete de la noche fueron a sacarlo de la cárcel, previo pago de las multas, fianzas y una pizza de Dóminos.

A las ocho y veinticinco se reunió con su banda de música, donde le dieron las indicaciones para la magna presentación en el Foro Sol (perdón, el foro al sol) ante 35 transeúntes y posibles espectadores. Sin embargo, su suerte pareció cambiar cuando, al cruzar la calle, tropezó con una bella mujer rubia de ojos claros, que le sonrió dulcemente y le dijo:
- Te leo la mano –
Paco accedió, tendió la mano y el billete de 100 pesos; la gitana, después de pasar el marcador antibilletes falsos, le dijo:
- Aquí veo que antes ya te has enamorado, pero por envidias y malos entendidos, esa persona se alejó de ti. Pero hay alguien que te piensa mucho. Vas a tener una larga vida. Veo que eres una persona trabajadora, no eres muy rico pero no estás en el buró de crédito. Aunque tienes problemas económicos, vas a salir adelante con mucho trabajo y mucho esfuerzo. Has tenido tiempos mejores y hoy estás con problemas, pero vas a salir adelante y vas a prosperar.
Paco vio alejarse a la gitana para acercarse a otro chavo que deambulaba pensativo.
- Te leo la suerte
- Claro, le dijo este, mientras le extendía la palma. Una N y una O estaban escritas sobre la palma de esa mano, con marcador de tinta permanente. Sonrió burlonamente, y se alejó de la gitana.

Don Mario es un hombre sencillo de 56 años, que vive de la renta de un pequeño salón de eventos. Como todo hombre que ha sabido construir su riqueza, es pragmático y emprendedor. Cuando las feministas hablaron para reservar el sitio para montar una exposición de arte, música y discursos antimisoginia, decidió hacerle caso a los manuales que hablan sobre la interculturalidad, y no tuvo reparo en programar el mismo día y a la misma hora al grupo de Paco. Como decía él: “más revueltos estamos en el pantión” (conste que así dice él)

Ese día, la mezzosoprano más popular del Teatro del Estado se veía fabulosamente bella. Cuando subió a cantar, Paco se acercó para pedirle que hicieran un dueto, era un cover de los tantos covers que cantaba Paco y su grupo:
- “Tu estas coqueta yo estoy coquetotu y yo hacemos un buen duetotu eres una loca y yo soy un dementecontigo me quedo hasta q se me caigan los dienteste tengo una propuesta sencilla…"
La respuesta no la entendió Paco. Supo que era hora de ir al dentista por unas prótesis cuando al despertar vio el reguero de su propia sangre. Además de cantar espléndidamente, La mezzosoprano había sido campeona de Tae Kwon Do en los torneos universitarios.
Por lo menos, Paco tenía facturas pendientes con el ratón de los dientes.


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1 comentario:

Libertad Valente dijo...

Que gracioso jajaja .. sobre todo de la mezzosoprano campeona de Taekondo y de la cuenta saldada con el raton pérez jajajajajaja