domingo, 14 de febrero de 2010

Calderón y ciudad Juárez: el despotismo y la dignidad



(foto de la Jornada)
Al parecer calderón se extraña sinceramente por la incomprensión y el poco aprecio que el pueblo de Ciudad Juárez le tiene. Calderón -la mayúscula por ortografía, conste- ha hecho muchas cosas por esa ciudad fronteriza con estados unidos: llenó las calles de soldados mexicanos y desató una ola de violencia que ha ido en crescendo desde hace tres años, sin contar con que aún es un enigma el paradero del feminicida de Juárez. Ah, y la matanza de 15 jóvenes a quienes el presidente, al más puro estilo de fox, metió la pata al decir que "era un ajuste de cuentas entre pandillas. Ahora, los malagradecidos juarenses se indignan por su comentario y se quejan porque los soldados violan los derechos humanos. Muy bien, dice calderón, si el problema son los derechos humanos, entonces hay que sacar a estos, no a los militares. -mientras seguimos buscando al jj, en el congreso se discutía una iniciativa para darle al ejército la posibilidad de decretar "estados de excepción" que no es otra cosa que pasarse las garantías individuales por el arco del triunfo-

Me parece particularmente grave que el presidente crea que la solución de los problemas sociales es a balazos -mejor lo hubiera arreglado el PRI "a madrazos"- o con propuestas burguesas y alejadas de la realidad y el contexto particular que se vive en ciudad juárez. Me indigna la arrogancia de calderón al sostener el mantenimiento del ejército en las calles, pues la realidad es que el ejército no es policía, su lógica es distinta.

Frente a la destacable ignorancia del presidente calderon, los habitantes de ciudad juárez opusieron la dignidad y manifestaron su descontento con una situación insostenible. Desde aquí doy un reconocimiento a la señora que increpó al presidente, y ojalá, en este bicentenario de la independencia, aún haya algo que celebrar.

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